RAÚL CASTRO Y EL ORIGEN DE LA REVOLUCIÓN CUBANA

Un día el dictador Fulgencio Batista encontró al pequeño Raúl Castro y lo tomó en brazos. Los dos intercambiaron algunas palabras que cambiaron el curso de la historia.

Raúl Castro: ¿Cómo te llamas?
Fulgencio Batista: Fulgencio. ¿Y tú cómo te llamas?
Raúl Castro: Raúl.
Fulgencio Batista: ¿Cuántos años tienes, Raúl?
Raúl Castro: No lo sé. Dame tus medallas.
Fulgencio Batista: No puedo. Están cosidas al uniforme.
Raúl Castro: Quiero tus medallas. ¡Dámelas!
Fulgencio Batista: ¡No!
Raúl Castro: Se lo digo a mi hermano mayor Fidel, que te va a botar.